Sin la imprenta Edicolor no hubiera existido PRAG en sus tres dimensiones, agencia, revista y anuario. Estaba dotada con talleres que completaban todo el proceso de edición, desde la reproducción fotomecánica, composición e impresión, hasta la encuadernación. No es de extrañar que con una imprenta tan avanzada, en un momento de esplendor, se acogiera un proyecto profesional tan utópico, dado que de sus máquinas salían impresos de gran calidad. En 1962, Miguel Ángel Echeverría pudo encajar aquí, en esta imprenta, su proyecto; se daban las circunstancias de un territorio bien abonado para el experimento de una publicación novedosa.

Hasta entonces, en España, solo había publicaciones periódicas relacionadas con la imprenta. Gráficas, Crónica poligráfica, Játiva, La industria gráfica, El mercado poligráfico, La gaceta de las artes gráficas, Anales gráficos, Las artes del libro, Boletín de las artes del  libro, etc. Aunque es verdad que existía Arte comercial, enfocada al mundo editorial y publicitario, no daba la talla de las grandes revistas que existían en el extranjero, como Gebrauchsgraphik en Alemania, Campo Grafico y Linea Grafica en Italia, Graphis en Suiza, CA Communication Arts en EE UU, etc.

Miguel Ángel Echeverría Vicente [Zaragoza, 1931- Madrid, 2006], licenciado en Farmacia, experto en publicidad, director creativo de Arce Potti y supervisor general de Clarín, acariciaba la idea de crear un medio moderno acorde con lo que se editaba fuera de España. Así, con la ayuda y empatía de los hermanos Arechederra (dueños de la imprenta), junto a José María Gimeno (que firmaba Yo, Gimeno) como director artístico, montó y dirigió un estudio creativo en la misma calle de Edicolor, en Madrid, donde nace la editorial PRAG (Promociones de Artes Gráficas, SL) y se crea la revista PRAG–Arte Gráfico Español, que se edita con la idea inicial de publicación bimestral. Tan solo los números 1 y 2 lo cumplieron en 1965, el número 3 ya se editó semestralmente. Son los tres números que consiguieron ver la luz. Hubo un número 4, confeccionado, que no llegó a imprimirse. La revista se editaba en tres idiomas, español, inglés y alemán, con textos breves, potenciando el material gráfico. En los tres números se dedican sendos artículos a grafistas, Agrupación FAD y al Grupo 13. En ellas, también se publican artículos monográficos dedicados a artistas, agencias de publicidad, campañas en prensa y vallas, ilustración, diseño integral y cartelería, etc, cubriendo todas las facetas de la creación publicitaria.

Echeverría, entusiasmado por la buena acogida de los primeros números de la revista, abordó otro gran proyecto editorial que salió en 1965 (con pocos meses de diferencia del que editó J. Pla-Narbona para FAD en Barcelona), el anuario Arte comercial español y sus creadores, prologado por Francisco G. Ruescas. También hubo un segundo tomo confeccionado en 1966 que tampoco llegó a editarse.

Por Javier García del Olmo