Este es el tercer post que se publica en “Pioneros Gráficos” sobre diferentes aspectos creativos del trabajo de Manolo Prieto. Si anteriormente nos referimos a la serie de cubiertas que diseñó para “Novelas y Cuentos” (ver post anterior) o las ilustraciones recogidas en el librito “Toros en El Puerto” (ver post anterior), en esta ocasión nos vamos a referir a su forma de concebir el cartel publicitario y, en concreto, el cartel que presentaba alguna producción teatral.
“No tengo más remedio que hablar en imágenes con ejemplos de sencillez, justeza y expresión gráfica”. Esta frase de Manolo Prieto sobre su forma de trabajo se podría completar con otra afirmación referida en concreto al cartel: si no está bien compuesto, “el que lo ve experimenta una sensación molesta sin explicarse el motivo”.
Hay unanimidad en cuanto a Manolo Prieto como renovador del cartel y la estética de lo taurino, que hasta él se había visto enraizada en la corriente que inauguró Roberto Domingo creando un estilo seguido de forma aburrida por sus continuadores. Begoña Torres en un texto recogido en el catálogo de la exposición “Manolo Prieto y el Toro Osborne”, escribía que “desde el punto de vista puramente plástico, los carteles de Manolo Prieto están resueltos con un grado máximo de sintetismo y esquematismo”. Esta consideración se podría aplicar igualmente a la serie de carteles que Prieto diseñó, fundamentalmente a lo largo de la década de los 50 del pasado siglo, para el teatro y en general a toda su producción gráfica.
“El buen cartel debe atraer por su belleza, retener por su intención, convencer por su mensaje, y luego soltar con una sonrisa, si es posible”. Esta especie de programa de trabajo, Prieto lo aplicó, en su vertiente como creador de carteles para producciones teatrales, de forma rigurosa en la mayoría de las ocasiones. Como el propio grafista contaba, su proceso creativo comenzaba manoseando los cachivaches que se encontraba en su “caja de las delicias” donde guardaba desguaces de todos los aparatos que se habían ido rompiendo en su casa, tornillos de todas clases y tamaños, tapaderas de cajas, enchufes de luz incompletos, trozos de bolígrafos, arandelas, muelles, botones, algún que otro pito, etc. A partir de ese inicio en el que se dedica “a revolver, pareciéndome todo nuevo”, surge el boceto, a su juicio lo más importante de la obra.
“Un boceto no es una forma de dibujo más. Solo el artista sabe que en él está la esencia más pura e intransferible a la obra terminada”. Con esta convicción Prieto planteaba unos bocetos minúsculos como orientadores de la percepción.
En la serie de carteles para teatro que se despliegan en este post se pueden visualizar algunos ejemplos particulares de lo que va del boceto al cartel según la particular secuencia de trabajo y de intenciones con las que Manolo Prieto trabajó.
9 comentarios
Javier García del Olmo
07/06/2017
Para una generación como la mía, los de “antes del Letraset”, es fácil de entender la importancia del boceto. Hacíamos muchos, fundamentalmente porque sabíamos dibujar que es la base de un buen grafista. El “corta y pega”, herramienta consecuente del “collage” ha ayudado bastante a integrarse en este oficio del diseño a muchos conceptualistas, auténticos filósofos gráficos. En Manolo Prieto confluyen el buen dibujante y el ideólogo de síntesis que convierte la frase en imagen directa, sin arropo de rasgos innecesarios, como si de un logotipo se tratara (dicho esto como espejo solamente). Un ejemplo como el de Andrés Rábago (El Roto) que también esconde un gran dibujante tras su apariencia de dibujo sencillo, gestual y rápido; solo en apariencia, hay muchas horas de trasiego intelectual hasta dar con la base dibujística, en suma: muchos bocetos.
Además, se dibujaban todas las letras, abocetadas para un rótulo final o para calcular el cuerpo del tipo que, posteriormente, el cajista-tipógrafo compondría ajustándose al espacio reservado por el dibujante y eligiendo la fuente que se adaptara estilísticamente al boceto pergeñado.
Manolo Prieto, un adelantado a su época en España.
Manuel Prieto Rodriguez
07/06/2017
Gracias Emilio por hacer justicia a Manolo Prieto, muy bonito el articulo. Como decía Emeterio Ruiz Melendreras Manolo Prieto era un cartelista nato.
En la época de Manolo Prieto se encargaba también de rotular las letras de sus carteles y el estilo de ellas. Aprovechando este comentario me gustaría decir que actualmente hay una exposición en el Museo Nacional de Artes Decorativas en Madrid “Lo que cuenta Novelas y Cuentos Las portadas de Manolo Prieto 1940-1957”
si podéis acercaros, no os dejará indiferentes.
EMILIO GIL
12/06/2017
Gracias Javier por tu comentario. Pepe Cruz Novillo, en una entrevista en directo en el programa de Pepa Fernández en Radio Nacional realizada el pasado sábado día 10, hablaba precisamente de la “conveniencia” de ser un buen ilustrador como una herramienta a utilizar por los diseñadores. Manolo Prieto era ambas cosas. Un saludo
Javier García del Olmo
04/07/2017
Estuve escuchándole. Un deleite. Pepe es muy sutil y conceptual y tiene una base sólida de dibujo; a través de los años, con la experiencia y mucha práctica, se llega a dominar tanto la imagen que genera el cerebro que puedes “entrar” directamente al arte final “dejando” los bocetos el magma encefálico. Como un acto matemático, rápido, certero y exacto después de bosquejar con la mente; eso lo proporciona el ductus al igual que el tirado de pluma en la caligrafía; se puede comprobar también en pintura cuando el artista es dibujante, el resultado suele evidenciar la gran diferencia del dibujante-pintor al pintor-manchista. Hans Holbein y Tintoretto, por ejemplo. Ingres y Cezànne…
Preparando mi viaje a Parma, con la invitación de Franco Maria Ricci, para ver su Biblioteca Bodoniana y el prodigioso Labirinto della Masone, mostrado por él, personalmente, he estado muy ocupado y no he podido contestar antes. Ha sido agotador hasta el éxtasis.
Gracias, igualmente.
Jesús Cuadrado
28/06/2017
Prieto tenía un muy claro concepto de lo espacial, por eso le daba igual pensar en letras o en otros volúmenes.
Jesús Cuadrado
28/06/2017
(Saludos, Emilio)
Jam
04/07/2017
Siempre me guardo tus artículos cuando los publicas y los leo con tranquilidad días o semanas después. Muchas gracias por estos artículos de investigación. Disfruto mucho con ellos.
EMILIO GIL
04/07/2017
Saludos a Jesús Cuadrado. ¡Qué bien tener noticias tuyas a través de este blog! Como sabes está abierto a cualquier colaboración y tu eres de los especialistas que más podrían aportar a este “Pioneros Gráficos”. Un abrazo
EMILIO GIL
04/07/2017
Y saludos también al “misterioso” JAM, me alegra que este blog despierte en ti tanto interés. Un abrazo