“Crónica y trabajos del dibujante, grabador y escultor Pla-Narbona” –sin hacer referencia al diseño– es el título de una publicación que recorre la trayectoria del Pla-Narbona hasta el año 1974. El largo título continuaba: “desde sus comienzos hasta la actualidad, recopilados, ordenados, descritos e interpretados por Francesc Fontbona y Francesc Miralles, precedidos de un prólogo de Camilo José Cela y editados por Curial, en Barcelona, en el año 1974”. En la introducción, los dos autores justifican el no haber estudiado la labor de Pla-Narbona en su calidad de diseñador, debido a que su obra se caracterizaba por incorporar dibujos a sus trabajos “sin someterlos a ulterior manipulación”.
Efectivamente el estilo Pla-Narbona está fuertemente basado en la utilización del dibujo y de las diversas técnicas artísticas –acuarela, óleo, escultura–, aunque no exclusivamente. Su cartel sobre la Semana Santa en Sevilla, o el logo de la Sala Gaspar, están resueltos a partir de la técnica del collage y compuestos con tiras de papel negro pero, en otros casos, como en la cabecera del diario “TeleXpres”, la marca de la Agrupación de Grafistas del FAD o la logomarca para Industrias Cosmo, su lenguaje es puramente el de un grafista.
La monografía recorre la trayectoria profesional de Pla-Narbona desde su etapa de formación (1951-60), hasta lo que en el propio Sumario se califica, con un humor bastante planarbonesco, como la “Etapa de los tabiques” (1970-74) y coincide de forma inequívoca con la valoración que Fontbona y Miralles hacen del trabajo de Pla-Narbona como el de un artista “que sigue un camino solitario: forjando su propio lenguaje, evolucionando y depurando unas formas propias. Un verdadero caso aparte”.
En un formato de 24,5 x 32,5 cm, impreso por Industrias Gráficas Casamajó a una sola tinta negra, sobre papeles de textura ligeramente ahuesados y con fotografías de Vil-Masip, esta monografía cobra hoy un gran interés al mostrar el trabajo de un diseñador genial –“Picasso en diseño”, según lo entiende Enric Jardí– en el que se trasluce su interés por disciplinas ajenas, aunque no alejadas, del diseño y una relación de privilegio con escritores y personalidades de la talla de Camilo José Cela o Juan Rof Carballo.
3 comentarios
Albert Culleré
23/07/2016
No resulta nada extraño que Pla-Narbona pusiera su arte al servicio de la obra de Cela o de Espriu al reinterpretar sus mundos literarios, ambos con una vertiente barroca y grotesca. En los carteles para las representaciones teatrales del autor catalán o en las portadas de novelas del premio Nobel gallego, encontramos sintetizados los aspectos bufos y de caricatura de los dos universos disparatados, con personajes burlescos y de guiñol que hallamos en buena parte de sus escritos. Pero no solo eso, sino que cuando PN dibuja su propio mundo, éste se plaga de personajes absurdos muy particulares, una sátira incluso de su propia profesión de grafista al hacer bailar seres estrambóticos disfrazados de letras, entes antropomórficos como si fueran personajes mitológicos, mitad humanos, mitad figuras tipográficas.
El doble quehacer de Pla-Narbona, como comunicador visual y como artista con su propia poética, no está escindido, sino que cada territorio se mira en el otro para intercambiarse y nutrirse mutuamente. Como decía Brancusi, “ver lejos es una cosa, pero ir hasta allí, es otra distinta.
EMILIO GIL
26/07/2016
Vaya lujo de comentarios con los que nos regala puntualmente Albert Culleré en este blog. Llenos de criterio, conocimieno y experiencia. Muchas gracias Albert.
Nacho Alcázar
22/02/2017
!Pedazo dibujante! WOW