Las “plaquetes”, felicitaciones que el taller de artes gráficas “Filograf” del diseñador Ricard Giralt Miracle enviaba entre 1953 y 1989 en Navidad o en verano, representan la síntesis de su mundo gráfico y uno de los signos de identidad más personales de su quehacer. Fueron para Giralt Miracle su campo de creación más libre y gratificante.

Se sirvió del texto –Cervantes, Dante Aligheri, Juan Ramón Jiménez, Maragall o Salvat Papasseit entre otros–, de los papeles, las tintas, los grabados antiguos, los tipos de letra, la composición, la ilustración o en el sobre que las contenía, para buscar un punto de encuentro entre la lírica, la poesía visual, el collage, el fotomontaje, la tipografía experimental, la bibliografía y el espíritu de vanguardia; siempre empleando técnicas claramente tipográficas.

En las “plaquetes” contenedor y contenido materializaban formalmente un aspecto relevante y diferenciador del trabajo de Giralt Miracle con respecto a otros pioneros grafistas de la época: una concepción exquisita en sus planteamientos gráficos materializada mediante su realización de primera mano, gracias al control que él mismo ejercía sobre los trabajos de impresión que realizaba en Filograf.