“Un diseñador gráfico es un poeta y un lingüista de las imágenes visuales del mundo. La poesía aporta emoción y calor al mensaje. La lógica del lingüista introduce claridad a través de la correcta articulación del mensaje. En toda obra debe haber emoción, sentimiento y claridad”, afirmaba Enric Huguet en una entrevista concedida a la revista del Col.legi de Dissenyadors Gràfics de Catalunya. Esta reflexión se ha traducido en una actitud llevada a la práctica de forma coherente en toda su amplia y admirable trayectoria profesional.

Huguet ha desarrollado trabajos como cartelista, diseñador de marcas, alfabetos y comunicación comercial, moviéndose con brillantez en un espectro de recursos y técnicas muy amplio. Desde la ilustración, con la que siempre ha mantenido una relación de humilde aprendizaje, hasta el grafismo puro de formas geométricas.

Dentro de su producción destacan los originales de comunicación farmacéutica diseñados para diferentes laboratorios y productos. En 1973 obtuvo el Premio Laus por su excelente serie de ilustraciones para “Calcium Sandoz Forte” de Laboratorios Uriach.

Según Enric Huguet, “el estilo personal, si es un objetivo, se convierte en engaño. Solo tras el trabajo aflora la personalidad”, algo que se detecta claramente al revisar los trabajos de este grafista enamorado de su profesión y de la transmisión de conocimiento como docente en la Escuela Massana, donde “se sentía bien al verse desbordado por el entusiasmo y las ganas de superarse de sus alumnos”.