“Repasar las imágenes generadas a lo largo de todos estos años va más allá de un posible análisis de sus valores gráficos y se convierte en un testimonio de la pequeña historia cotidiana de Barcelona”.

Pilar Villuendas fundó su estudio a mediados de la década de los 70 del pasado siglo. Recorrer los diseños que se recogen en el libro de reciente publicación “Barcelona, una iconografía urbana de la Transició”, o en alguna de las imágenes de este post, representa un hallazgo en un doble sentido. Por una parte remiten a la lucha contra el tardofranquismo y a los primeros años de la transición democrática y, por otra, muestran el encuentro con una expresión formal y de recursos que sí se podría calificar de un estilo de diseño propiamente –genuinamente–, catalán. Durante años se especuló de una forma un tanto superficial sobre si existía un diseño “mediterráneo”, estilo que al final se sostenía en unos pocos tics gráficos que permitieron mantener esa ilusión. Sin embargo, los trabajos del estudio de Pilar Villuendas –más adelante “Villuendas + Gómez” con la incorporación de Josep Ramon Gómez– sí respiran para mi una catalanidad difícil de expresar pero a la vez, y paradójicamente, profunda.

Las imágenes de este blog hablan de modestos proyectos empresariales y también de una ilusión colectiva, de una nueva generación de diseñadores que se puso al servicio de asociaciones de vecinos, sindicatos y partidos políticos de izquierda, que “utilizaban –como se lee en el texto de introducción del libro antes mencionado– unos medios muy limitados y una gran inmediatez de acción, con una falta absoluta de recursos económicos”. Diseño activista en fin.