La empresa española de equipos de sonido y alta fidelidad Industrias Cosmo “confirió a Pla-Narbona la responsabilidad de la creación de su personalidad plástica”, como se podía leer en su magnífico y original Manual de Imagen de Empresa editado en 1969.
La publicación recogía en su primera parte textos de Will Burtin, Daniel Giralt-Miracle y el propio Pla-Narbona, justificados como “Reflexiones sobre los principios y circunstancias que motivan la necesidad de una personalidad plástica en la empresa”.
Pla-Narbona planteaba en esta introducción su forma de entender lo que ahora denominamos identidad visual: “Antepondré que considerando la imagen de empresa el núcleo de cualquier proyecto, por su papel de síntesis en la memoria del espectador, adquiere un valor de primordial y sugestiva eficacia. De ahí, por tanto, puedo deducir que su empleo demanda una economía de trazo, una simplicidad fuera de toda ornamentación. Porque las líneas constantes, recargadas y de personalidad mimética, la mayoría de las veces con grandes aspiraciones, irremisiblemente conducen hasta un confusionismo que, vale la pena recordarlo, se trueca en una falta de interés, con la consiguiente merma que en todos los sentidos supone y que, de rechazo, es opuesto al fin de la comunicación”.
Sobre la publicidad de los productos, el Premio Nacional de Diseño 2004 español, afirmaba: “Hacer publicidad, más concretamente, llamar la atención en publicidad es hacer lo que no hacen los demás. Hacer lo que no hacen los demás supone en principio, además de un axioma, crear argumentos e imágenes distintas, opuestos y opuestas al pensar y hacer común de la gente. Esta ley de oposición, pues, de un modo constante debe estar presente en el espíritu de quienes, en el mecanismo complejo de la publicidad moderna, adquieren la responsabilidad de trazar imágenes que singularicen y a la vez despierten interés por el producto o los servicios presentados. Singular axioma el de hacer lo que no hacen los demás, que operando inversamente, anula todos los conceptos que ayer eran válidos”.
Este manual de Imagen de empresa diseñado por Pla-Narbona, una publicación exquisitamente resuelta en su forma de presentación y en los materiales con que se realizó e imprimió por parte de Industrias Gráficas Francisco Casamajó, recoge de forma admirable la materialización de sus teorías aplicadas a las necesidades de Industrias Cosmo.
3 comentarios
Alberto Herencia
25/07/2012
Gracias Emilio por posibilitarnos llegar a un documento tan entrañable.
Efectivamente tenía que estar enmarcado en esta idea de los pioneros. Pero yo diría que en algunos aspectos de lo que veo, fue pionero y fue el que cerró (no me sale un antónimo de pionero). Hay caminos o ideas preciosas que no recuerdo haber visto algo similar después.
Mirar estos documentos potencia siempre en mí ese triste sentimiento de que ahora, a pesar de todas las facilidades y conocimiento que tenemos, raramente llegamos a la belleza que uno puede ver en muchas piezas este blog. Ojalá los nuevos creativos miren mucho estas enseñanzas y un poco menos las vertiginosas tendencias.
¡Qué ganas dan de tener un tocadiscos Cosmo!
Valentín Iglesias
25/07/2012
Yo nací ese mismo año. Uno de mis primeros recuerdos fue acompañar a mi padre a la sede de Papelera Española y quedar fascinado por el monolito de entrada con la figura del elefante que entonces simbolizaba a la empresa. Y es que el diseño tiene eso, que es inmediato y tiene la capacidad de comunicar cosas complejas de un solo vistazo. Este ejemplo que nos traes, Emilio, es magistral. Lo bueno de ver cosas que tienen ya unos años es que rápidamente se identifica el lenguaje de la época. De las imágenes mostradas me han gustado especialmente los calendarios. Parece como que el diseñador aquí se quita una cierta mordaza que se percibe en las aplicaciones mas corporativas para desarrollar un trabajo mas personal y mas libre en definitiva.
Saludos
Valentín
Albert Culleré
24/02/2014
El trabajo de Pla-Narbona siempre ha sido muy original, en busca de la diferencia que menciona por encima de cualquier otra consideración, a través de la idea de fondo y cómo mejor expresarla, de la excelencia técnica y de la sorpresa visual, un refinado y elegante prestidigitador gráfico. En identidad de Marca nada más cierto y acertado, pues todo aquello que no es diferente se convierte de inmediato en indiferente, algo que una Marca gráfica nunca se puede permitir.
En este Manual tan exquisito y sofisticado, Pla-Narbona creó la pieza de resistencia de la compañía, un modelo en él mismo de la personalidad plástica de la empresa y sus productos, igualmente innovadores y sofisticados. Pero no sólo son estas cualidades las que hacen esta pieza tan singular. Este Manual es pionero en ser, además de estricto cuando conviene, ampliamente sugerente e inspirador, detallando cada aplicación en forma narrativa, como si de un apasionante cuento se tratara. Tiene razón Alberto Herencia cuando menciona su belleza sin renunciar a su función, que es la que permite que todavía lo sea más.