Es estimulante constatar como en los últimos años han proliferado iniciativas materializadas en forma de libros monográficos o exposiciones que están sirviendo para recuperar y poner en valor el trabajo de los pioneros del diseño gráfico español. Prácticamente todos los grafistas que aparecían en el libro “Pioneros” en 2007 han ido generando años más tarde monografías que recogen sus trabajos. Y algo similar ocurre con el diseño que se ha dado en las diferentes Comunidades Autónomas.

En 2009 el Ayuntamiento de Gijón junto con el Muséu del Pueblu d’Asturies organizó la exposición “El cartel en Asturias” editando un magnífico catálogo diseñado por Manuel Fernández (MF). La colección de carteles que el Muséu poseía en el año de celebración de la muestra reunía 900 carteles, dibujos y bocetos, aunque el número de ejemplares que poseen las instituciones públicas asturianas es, como cabría esperar, muy pequeño en comparación con la producción que salió de las industrias litográficas establecidas en la región entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX.

Sin embargo como escribe en un texto del referido catálogo el estudioso del arte y la industrialización asturiana Francisco Crabifosse Cuesta, “el cartel ha sido sin duda uno de los productos gráficos que más ha contribuido en Asturias a la modernización de los lenguajes artísticos, a la apertura y liberación de los artistas con formación académica hacia las propuestas de las vanguardias y, en definitiva, a abrir el campo de la creación hacia unos géneros considerados menores y marginales”.

La Feria de Muestras de Asturias –sobre todo a partir de su décima edición en la que se convoca un concurso del que resultaría ganador Román Sansegundo Sáenz con una mención honorífica al presentado por Elías García Benavides–, la Universidad de Oviedo, la Federación Asturiana de Cajas de Ahorros y algunas marcas locales como El Gaitero o Arias, son las instituciones o empresas que de forma más destacada contribuyeron al desarrollo de esta particular forma de comunicación.