Tal vez la faceta más desconocida e injustamente poco reconocida del maestro Daniel Gil es la que desarrolló entre 1959 y 1966 creando el estilo visual para una compañía discográfica de la época, “Hispavox”. Al igual que en otros campos de la cultura, y para la anquilosada sociedad española, la década de los 60 del siglo XX supuso un renacimiento en la comunicación gráfica en muchos ámbitos.
Daniel Gil era capaz de enfrentarse a diferentes estilos musicales desde el flamenco a los grandes éxitos de las listas inglesas y norteamericanas del momento, con recursos basados en fotografías con imágenes sobre-expuestas, viradas o matizadas, bloques tipográficos que traducían la atmósfera musical de los temas, o planteando mezclas de color “imposibles” para los talleres de fotomecánica de la época. Vistas hoy, aquellas cubiertas de Daniel Gil para los discos en vinilo de 45 r.p.m. o en formato LP conservan la misma validez y modernidad que cuando fueron diseñadas.
Composiciones diferentes, elegantes y equilibradas que, en cierto modo, sirvieron a Daniel Gil como ensayos para el admirable y extenso trabajo que, a partir de 1966, desarrollaría para Alianza Editorial.
Las cubiertas que Daniel Gil realizó para “Hispavox” se pueden agrupar básicamente en dos líneas: adaptaciones correspondientes de las ediciones originales de portadas extranjeras o creaciones ex novo para los propios artistas del sello. En el primero de los casos lo más sobresaliente de Gil es el tratamiento tipográfico de los bloques de texto en los que es posible rastrear –dado lo recurrente de su uso– algunas de sus preferencias: los alfabetos Bodoni Bold, Rockwell, Clarendon o Cooper Brass y las tipografías egipcias o condensadas. En la segunda de las líneas de trabajo cabe destacar su colaboración con los mejores fotógrafos españoles de la época –como es el caso de Francisco Ontañón– junto con sus composiciones exclusivamente tipográficas.
11 comentarios
Valentín Iglesias Iturralde
27/02/2012
Es muy interesante ver que la reproducción en pantalla (en este caso mi portátil de 13”) es bastante aproximada al tamaño de un CD de hoy día, no olvidemos que estos diseños corresponden a otros formatos (LP y singles). El hecho de que sigan funcionando tan bien en cualquier formato es una prueba indiscutible de su calidad.
Ziontifik
02/04/2012
Supremacía.
Daniel Gil, Spain’s finest.
Emilio Gil
04/04/2012
A la inmensa mayoría de las cubiertas de discos de Daniel Gil para Hispavox les ocurre algo similar a las de los libros de la “Colección de Bolsillo” de Alianza Editorial, que parece que están diseñadas hoy mismo.
Albert Culleré
16/04/2012
Está muy bien visto lo que dices Valentín. Creo que fue Josep Baqués -que fue profesor mío en la Escuela Massana- a quien primero le oí decir que un buen cartel (y una portada de un CD o de un libro son pequeños carteles) debía poder ser reducido al tamaño de un sello de correos o ampliado al tamaño de una valla sin que perdiera su efectividad.
Estas carátulas de discos parecen una avanzadilla de las cubiertas de la Colección de Bolsillo de Alianza Editorial.
Efectivamente Emilio, una de las cosas que nos impresionan del trabajo de Daniel Gil es su modernidad. Ahora toca preguntarnos por qué razón es así de actual, y si algún día dejará de serlo.
Emmanuel
16/05/2012
Gracias por este artículo y las fotos de los diseños de Daniel Gil tan interesantes
Javier Asín
16/05/2012
Creo que se pueden encontrar las respuestas a algunas de las cuestiones formuladas por Albert Culleré en el libro “Daniel Gil. Los mil rostros del libro” escrito por José Manuel Ruiz Martínez y editado por la Obra Social de Caja Cantabria, donde se realiza un análisis sobre Daniel Gil, su obra y su proceso creativo. Os lo recomiendo si queréis profundizar en el trabajo de Daniel. Si estáis interesados no dudéis en poneos en contacto conmigo o preguntad en vuestra librería de confianza.
EMILIO GIL
17/05/2012
Gracias Javier por tu ofrecimiento. Efectivamente alrededor de la actualidad, o perennidad, del trabajo de Daniel Gil surgen muchas reflexiones de interés. El hecho de que cuarenta años después la modernidad de Daniel Gil siga siendo una realidad viene a confirmar la teoría de que lo bueno es y será siempre moderno, y que ser “moderno” no debería ser un objetivo prioritario para un diseñador.
La aparición del libro “Daniel Gil. Los mil rostros del libro” de José Manuel Ruiz Martínez, es una magnífica noticia ya que viene a hacer justicia y a difundir el admirable legado del diseñador cántabro y a confirmar el interés creciente por los trabajos de los pioneros de nuestro diseño gráfico.
Ana Onieva
23/11/2012
Es cierto lo bueno siempre es moderno y lo que gusta de verdad siempre dura. Supongo que la prioridad de un diseñador gráfico tiene que ser dar lo mejor de si y lo que le salga de dentro.
shoe lifts
07/06/2013
Is it okay to insert part of this in my personal web site if perhaps I publish a reference to this website?
Emilio Gil
26/07/2013
Sorry SHOE LIFTS for my delay in answer you. It’s perfectly OK. Thanks! for your interest
Toni Lapaz
10/02/2015
Aludiendo esta vez al contenido, maravilloso EP de Billy Stewart, que guardo como una joya.