De entre los números que constituyen la corta vida de la “Colección Artistas Nuevos” (ver post anterior) el 12 es el más especial del conjunto. Bajo el título “Arte fantástico” aparecían obras de una exposición del mismo título que agrupaba nombres tan prestigiosos como Miró, Calder, Picasso, Oteyza o Tâpies. Las reproducciones fotográficas del número fueron realizadas por Carlos Saura y comentadas en el texto de introducción por su hermano Antonio, comisario de la muestra.
Como se ha repetido en numerosas ocasiones no hay modernidad sin tradición, lo que se viene a confirmar una vez más observando los números de estos “Artistas Nuevos”. Para los que debemos agradecer a Diego Lara el comienzo de nuestro curiosidad por las revistas literarias españolas aparecidas a lo largo del siglo pasado, esta “Colección Artistas Nuevos” nos remite a un interés por el orden tipográfico, la composición ordenada y la inclusion de la viñeta con tratamiento de “gran ilustración” como escribía Javier García del Olmo en un comentario a la entrega anterior de las imágenes de esta revista.
Releyendo el colofón del número 12, al que me refería al principio, recordaba las composiciones aparecidas en la revista “Poesía” en sus páginas de cierre, llenas de datos de interés que rodeaban siempre alguna imagen sorprendente. Como escribió en alguna ocasión Andrés Trapiello, páginas “pintadas” más que compuestas como las de esta colección.
1 comentario
chus tudelilla
29/07/2013
De nuevo: gracias Emilio por contar más historias de la colección “Artistas Nuevos”. Como bien dices, cada uno de los cuadernos que la integran tiene su particular relato, y, la mayoría, indispensable para conocer un poco mejor la historia del arte durante la posguerra en España.
Cuando Tomás Seral y Casas retomó la edición de “Artistas Nuevos”, lo hizo con el cuaderno dedicado a Federico Comps, el amigo fusilado en los primeros días del inicio de la Guerra Civil. “Muerte española” lo tituló. Siguió el cuaderno dedicado a las Arquitecturas de Maruja Mallo, con el ánimo de recuperar el proyecto expositivo en Zaragoza que no pudo ser por el estallido de la guerra.
Los siguientes volúmenes de la colección se corresponden, a modo de catálogos, con algunas de las exposiciones celebradas en la galería Clan de Madrid que el 15 de noviembre de 1950 estrenó su nuevo y más amplio local en la calle Espoz y Mina nº 15, diseñado por los arquitectos aragoneses Juan Pérez Páramo y Alfonso Buñuel, hermano de Luis Buñuel.
La exposición colectiva “Arte fantástico” dirigida por Antonio Saura se acompañó del correspondiente cuaderno de la colección. No podía ser de otro modo, si tenemos en cuenta el interés que, desde sus primeros números, Saura había mostrado por “Artistas Nuevos”, a la que dedicó reseñas críticas como la publicada en el semanario del SEU “La Hora”.
Volviendo a la exposición “Arte fantástico”, tuvo lugar entre los días 4 y 28 de marzo de 1953. Saura escribió mucho sobre aquella colectiva; también en el catálogo de la exposición dedicada a Tomás Seral y Casas, para la que prestó algunos de los bocetos que en 1952 dibujó para el montaje y varias fotografías. La mayoría de las obras en exposición eran de la colección de Tomás Seral y Casas, cuya singular colección de manos, que incluía la utilizada por Luis Buñuel en “Un perro andaluz”, Saura no dudó en integrar en el conjunto. A Carlos Saura, que figuró con la fotografía “Amantes” (1952), correspondió la reproducción de las obras en el cuaderno.
La organización de “Arte fantástico” coincidió en el tiempo con la exposición “Tendencias” que Antonio Saura presentó en la galería Buchholz. La idea era, como Saura explicó más tarde, dar respuesta a dos alternativas “todavía no muy evidentes pero que hoy, con la distancia, aparecen como precursoras de un grave dilema plástico. La primera se llama Arte fantástico, reuniendo obras de surrealistas y pinturas de artistas jóvenes españoles. La segunda, Tendencias, mostraba un conjunto de obras que reflejaban aspectos más pictóricos, menos oníricos”. Ambas alternativas, lo supo Saura, señalaban el presente del arte entonces y abrían caminos de futuro.