“¡Pero tienes que recibirlo porque… es un hombre muy guapo!”, le espetó Lola, la recepcionista de la Editorial Alhambra a su ocupadísimo hermano y director de la misma, Pepe Zambrana. Le entrevistó, claro, y así empezó una larguísima relación entre la editorial de la calle Claudio Coello de Madrid, que presidía Erich Ruiz, y aquel chico...